A menos de un año de rematar su gobierno, el presidente Juan Manuel Santos decidió aplicar un revolcón de fondo a la cúpula de las Fuerzas Militares y la Dirección de la Policía.
En una decisión que sorprendió por la magnitud de los cambios y la época en la que se realizaron, el Gobierno relevó a todos los jefes de las Fuerzas Militares.
En su mayoría (salvo el saliente comandante del Ejército, Sergio Mantilla) habían acompañado a Santos desde el inicio de su mandato y estuvieron al frente de los mayores golpes contra las Farc en toda su historia: la muerte en combate del ‘Mono Jojoy’ (septiembre del 2010) y la de ‘Alfonso Cano’, en noviembre del 2011.
De hecho, este lunes, el Presidente señaló: “La cúpula que sale lo hace por la puerta grande, con la frente en alto y el orgullo del deber cumplido”. A sus sucesores les dijo que les corresponde un reto histórico: “Reemplazar a la cúpula que más resultados ha cosechado en la historia”.
También se va el general José Roberto León Riaño de la Dirección de la Policía, donde estuvo poco más de 14 meses.
Fuentes de la Casa de Nariño señalaron que el jefe de Estado buscó “la cúpula para la paz y el postconflicto” y que en ese orden de ideas llega con la misión de terminar de debilitar la capacidad de combate de la guerrilla hasta tanto salga humo blanco de las conversaciones de La Habana.
Así mismo, la llegada del general Rodolfo Palomino a la Dirección de la Policía Nacional refuerza la línea de seguridad ciudadana que marcó el saliente director León Riaño.
Palomino es uno de los policías con mayor conexión con la opinión pública, por su paso por los comandos de la Metropolitana de Bogotá y Carreteras. A comienzos de la década, fue uno de los primeros oficiales en atreverse a combatir la poderosa alianza entre políticos y paramilitares que imperó en el departamento de Sucre.
Relevo total
Tras varias horas de deliberaciones en Palacio, el presidente Santos y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, anunciaron que en el Comando de las Fuerzas Militares estará el general Leonardo Barrero, quien era comandante de la Tercera División.
Reemplazará al general Alejandro Navas, quien a su vez había reemplazado en el 2011 al almirante Édgar Cely, primer comandante de las Fuerzas nombrado por Santos.
El nuevo comandante del Ejército es el general Juan Pablo Rodríguez, quien era jefe del Centro Conjunto de Operaciones Especiales y es reconocido como uno de los hombres claves en las operaciones de precisión que han servido para debilitar a la guerrilla en los últimos tres años.
Rodríguez reemplaza al general Sergio Mantilla. El oficial sale sorpresivamente de la línea de mando a pesar de que es uno de los generales de menor edad en el Ejército.
Al Comando de la Armada llegó el almirante Hernando Wills, quien venía de la Jefatura de Operaciones Navales. Reemplaza al almirante José Roberto García-Márquez.
En la Fuerza Aérea, el nuevo comandante será el general Guillermo León León, quien venía de ser el jefe de operaciones aéreas. La salida del general Tito Sául Pinilla fue una de las sorpresas, pues su nombre sonó en los últimos días para el Comando de las FF.MM.
Este es el tercer relevo en la Policía en lo que va de la administración Santos, pues el general León Riaño había reemplazado el año pasado al general Óscar Naranjo. Con la salida León Riaño necesariamente habrá remezón en la línea de mando de la Policía.
El general Orlando Vale, actual subdirector, saldría de la institución y a ese cargo podrían ascender tres oficiales: el general Luis Gilberto Ramírez, quien está en comisión de estudios en Londres; el general Gustavo Ricaurte, director del Inpec, o el general Luis Alberto Pérez, director de Antinarcóticos. El general Vale ha sido mencionado en el escándalo por la muerte del joven grafitero Diego Felipe Becerra.
Cambio clave para acelerar fin de la guerra
Como hombres con amplia experiencia operativa calificaron analistas a los nuevos comandantes de las Fuerzas Armadas.
Jorge Restrepo, director de Cerac, consideró que la cúpula está integrada “por hombres con gran capacidad operativa que pueden ser claves para dar golpes definitivos a las Farc”. Agregó que hacer cambios en diciembre, como suele suceder, les dejaba muy poco tiempo para dar resultados.
El senador Juan Manuel Galán dijo que con los cambios se envía un mensaje a todos los comandantes. “Esa es una cúpula ofensiva y operativa, y el Gobierno demuestra que no va a ceder en los ataques a los actores del conflicto”, dijo.
Los 4 retos de los nuevos comandantes
1. Golpear a las Farc
La nueva cúpula llega en un momento definitivo para las negociaciones de paz con las Farc. Mantener las tropas a la ofensiva es clave para la paz.
2. Abrir la ruta al posconflicto
Los nuevos comandantes enfrentan el reto de liderar el paso hacia el posconflicto de unas FF.MM. de casi 300 mil hombres que llevan 40 años en guerra.
3. La seguridad ciudadana
Es el reto del presente y del futuro, sobre todo para la Policía Nacional. Cada día, los colombianos exigen más resultados contra el delito común.
4. Las bandas criminales
Son una de las grandes amenazas por su capacidad de violencia y corrupción. Enfrentarlas es en este momento una prioridad.
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